domingo, 28 de noviembre de 2010

La felicidad está en las pequeñas cosas





Que la felicidad está en las pequeñas cosas es un hecho, pero,
¿qué son esas pequeñas cosas? ¿qué nos hace felices?

¿Veis la foto?
Es la esencia de mi felicidad


Una ratoncita que se baña, mi alter ego.
Para mí la felicidad es una buena ducha calentita. Lo reconozco, me gusta "ser feliz" como mínimo dos veces al día.



A Rafa le hace feliz leer, así de simple. Por eso le encanta llevar encima libros, muchos libros, cuantos más mejor. Para hacerse feliz siempre que pueda.



Pero la felicidad a veces aparece detrás de una esquina, cuando menos te la esperas.


La felicidad puede llamarse sorpresa y llegar en una caja con un gran lazo rojo. O simplemente a modo de representación teatral que tus mejores amigos han maquinado para ti a tus espaldas para demostrarte cuánto te quieren.


La felicidad puede nacer de una comprobación: cuando compruebas que pese al espacio y el tiempo quienes te quieren siguen ahí para ti, apoyándote siempre, dispuestos a oírte llorar desde el otro lado o a sujetarte cuando te caes.


La felicidad es calentita, como los abrazos. Esos que son verdaderos, que nunca quisieras que terminen y que has esperado sin saberlo.


¿Y no os hace felices brindar? Rodeados de buenos amigos, brindar sólo por seguir así, con congelar los momentos para siempre.


Sin duda un beso proporciona felicidad. Duele si es de despedida, pero pone en marcha un cronómetro, que marcará cuánto tiempo nos separa del beso de bienvenida.



¡Qué suerte tengo! He sido muy feliz en la última semana.


Gracias, chicos, por sorprenderme.
Gracias, chiqui, por permitirme comprobar que sigues siendo mi mejor amigo.
Gracias, mis pollitos, por abrazarme de verdad.
Gracias, Espe, Max y Rafa, por nuestro brindis de la amistad.
Gracias, peqe, por tus besos. Anhelo el siguiente.

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