domingo, 30 de enero de 2011

¿Madurar o no madurar? Esa es la cuestión...






Aún recuerdo aquella tarde...mi madre volvía de la reunión con mi tutora; yo estaba en COU y tenía 16 años. Trini, quien sería desde ese momento mi fuente de inspiración y mi modelo a seguir, le había dicho que se notaba el cambio de 3º a COU en algunos de nosotros -entre las que me incluía- que ya habíamos madurado...me sonó tan bien...¿yo era madura? Eso estaba cerca de ser considerada adulta...a esa edad sueñas con ser tenido en cuenta, más por alguien a quien admiras y respetas. Lo tomé como un cumplido y prometí no defraudar aquel voto de confianza.

Pero nunca terminas de madurar del todo...
Sólo te das cuenta el día que se te escacharra el corazón.

Cuando algo bueno sucede tendemos a sonreir, a contárselo a todo el mundo y emergen esas ganas de ser mejor persona. Confiamos ciegamente y nos mudamos al país de las gominolas, donde todo el mundo es guapo y todo el mundo es bueno.

ERROR

¿Por qué? ¿Por qué confiar? ¿Acaso las felicidad nos aporta una coraza?

En cambio, cuando las cosas importantes -malas- suceden te aportan un superpoder: el superpoder de ver y sopesar con claridad, sin atender a lo insignificante...si algo/alguien no tiene importancia ya no te preocupará...aprendes a dar a las cosas el valor que tienen...sí, las cosas malas te hacen madurar.


No, no debemos ser radicales:
Cosa buena=gente buena
Cosa mala=gente mala

No es así...

Cuando algo malo sucede es como un fenómeno meteorológico adverso: el aire se calienta o se enfría más de lo debido, la tierra se mueve, la lava se desborda...
Se produce un choque entre la burbuja de la cotidianeidad y la realidad y no siempre estamos preparados para sufrir las consecuencias.

Pero entonces entra en acción el superpoder de la claridad.

¿Alguna vez habéis jugado a pies quietos? ¿Quién moverá sus pies para salvar los tuyos? Te quedas parado viendo como actúa el resto...te sorprendes...te alegras...te decepcionas...pero es real. Aprendes, por tanto, maduras.

Cuando algo malo sucede, una gran parte de ti se centra en ese algo, un porcentaje alto, que no eres capaz de medir ni reducir. Absorbe toda tu atención, todo tu tiempo y bloquea tus sentidos.
Pero tras la oleada el superpoder permanece contigo y te permite decir "pfff...¿qué más da? como si eso fuese importante"

Como canta mi primito de tres años "a ordenar...todas las cositas en su lugar".
Los puzzles ya no tienen secretos para ti. No se trata de juzgar a la gente con la vara de la verdad absoluta...es que aparecen desnudos ante ti...con las manos vacías...con la verdad pintada en la frente...y actúas en consecuencia.

Dependiendo del grado de madurez que hayas adquirido a esas alturas, de tus circunstancias personales en ese momento y de la atención que prestes a cada menester, las consecuencias serán variables.


He hablado de este tema con mi psicóloga favorita -la única que tengo-, con dos buenas amigas, con mi mejor amigo, con mi novio...y siempre llegamos a la misma conclusión: lo mejor es no precipitarse, no ponerle nombre a las cosas, respirar, contar hasta tres y dejar que sea el tiempo quien decida por nosotros, de todos modos, siempre lo hace.


Ese radicalismo mío del "no quiero volver a verte nunca jamás" debe ir pasando a la historia -salvo casos excepcionales y muy justificados, que por desgracia aún existen-.


Las almas de las mujeres no las viste jaspe helado...
¿seguro, Lope?

miércoles, 26 de enero de 2011

HOY ECHO DE MENOS...DORMIR A LA ORILLA DEL MAR







Hoy echo de menos
dormir a la orilla del mar.
Hoy me siento sola
vacía, sin ganas de más.
Hoy no es un buen día,
aunque no puedo llorar.
Mi mente vuela,
el alma queda
sola, al tacto de la sal.



Ya me lo advertían, algo te pasa...
¿qué?
Supongo que lo sabré después...o quizás no...



Es uno de esos días en que el tiempo anda a trompicones, volando o tirando de ti hacia atrás, se detiene, te empuja, te arrastra...

Hace frío, pero no llueve...ojalá lo hiciera...tal vez limpiando la atmósfera...

Me adentraré en Ferrara, mi caracola marina, oyendo el canto de mi sirena caprichosa, dejándome envolver por sus tejidos...

Pero echo de menos mi ventana, a la orilla del mar...con un sólo gesto cambiaba mi mirada...las olas se mezclaban con la lluvia y me hacían sentir sola y a salvo.
Extraño esa sensación...de ser yo, conmigo, y la nada...

domingo, 16 de enero de 2011

INDIGNACIÓN





Tarde de domingo rara, como diría Amaral...

En lugar de estar tirada en el sofá, acurrucada, viendo alguna peli mala -que es lo que me apetece- aquí me tenéis, frente al ordenador, leyendo y comentando la tesis doctoral de una tal Agustina, que se ha dedicado a estudiar el panorama teatral del siglo XIX en Toledo (los hay aburridos, sí).

¿Cómo dulcificar -o soportar- esta tensa sensación de estrés, fechas de entrega y espera de notas? Con chicle y música celta...
Rebuscando en mi armario el cd de mi querida Luar Na Lubre -sólo ella y Casandra me apaciguan- me he topado con el porta-cds de la CNTC que Rafa me regaló hace ya tiempo...lo recuerdo...llegó de Madrid como quien llega de América, cargado de regalos para todos...

¿Y qué tiene que ver con qué?

A veces me pregunto ¿hola? ¿qué le pasa a la gente? ¿qué nos pasa? ¿Cómo podemos levantarnos cada mañana, lograr que no nos atropelle un autobús, que no nos despidan de un trabajo-de-riesgo, no quemar la cocina...? ¡Somos superhéroes!
Sin embargo, ¿por qué no vemos la evidencia? ¿Cómo somos incapaces de detectar la maldad humana? O simplemente la indiferencia...¿por qué nos aferramos a ellos? ¿Los necesitamos? ¿Nos gusta que nos hagan daño?

El ser humano es masoquista...

¿O es que sí lo vemos pero no lo queremos ver?
¿Ojos que no ven corazón que no siente?

¿Por qué no aprendemos a ser egoístas, a protegernos del enemigo? Porque el enemigo existe, está ahí afuera, a nuestro lado, le ponemos nombre y cara, le damos los buenos días...


¡Cuánto tiempo hemos desperdiciado!
No me gusta reconocerlo, pero perder el tiempo me molesta tanto...


Cuántas horas equivocadas...



Vuelcas tu cariño, tu paciencia, tu ayuda, tu consejo, y tu tiempo en personas que no están, que no existen, que sabes que te harán daño, que ya te lo han hecho...



¿Cuándo aprenderemos? ¿Cuándo aprenderé?


Limpias y limpias la agenda del móvil y piensas "ya está, ahora está perfecta, nadie sobra y nadie falta"

¡MENTIRA!

Siguen sobrando...pero...nos cuesta apretar las teclas adecuadas...¿Por qué?


Seguiré el último consejo que me han dado: "paciencia, deja que el tiempo decida por ti, no te precipites y todo saldrá bien"



Respecto a la falta...lo que tenga que venir, vendrá...supongo...unos cuantos números más no hacen daño a nadie...




Ya está bien de reflexionar por hoy. Vamos a lo simple, el porta-cds es muy chulo y es mío, ¿qué más da ahora el tiempo -como metáfora del todo- perdido?

Peque, si me lees, sé que me entiendes...
Es que me da mucho coraje acordarme, pensar, recordar, preveer, imaginar...pero sabes que mi cabecita está en constante ebullición...es inevitable...

viernes, 14 de enero de 2011

Se me cae la baba...




Hoy, viernes de neblina y frío, viernes de "no me puedo levantar" ni quiero, me han sorprendido con un regalo de esos inmateriales que tanto me gustan.
Me llegaba de manos de Aroa, una alumna muy tímida que me entregaba una notita y salía corriendo arrastrada por la vergüenza.
Rafa, te encantaría esta chica. Sale al recreo acompañada de libros de poesía. Lorca, Salinas, Cernuda...siempre la acompañan los poetas. Más de una vez he tenido que reñirle para que guarde Crepúsculo y saque el libro de texto. Es una Cullen y una poetisa, y estoy muy orgullosa de que una persona de tanto talento me admire casi tanto como yo a ella.

Aquí os lo dejo, a mí se me cae la baba.



Yo conozco a una persona
que la luna conoció,
cuando estudiaba tranquila
y sola, encerrada en su habitación.
Ahora esa persona
lo que aprendió
a su clase de segundo
y tercero, creo yo.
Yo quiero que dé clase
de Música y Física
aunque todavía falte un montón.
Porque esa es la seño
que quiero llegar a ser yo.


Aroa, 2ºB, I.ES. San Pablo