lunes, 15 de marzo de 2010

PEQUE


Esta cara que veis ahí es mi cara favorita en el mundo, la que me gustaría ver cada mañana al despertar, la que necesito ver cada noche para poder dormirme -aunque sea en fotos-
Yo no sé escribir poemas
Yo no puedo dedicarte versos
Yo no sé crear odas
Por eso, hoy, trataré de decirte cuánto te quiero a través de mi únicas armas: los recuerdos.
Recuerdo, recuerdo...
Recuerdo una tarde tonta y caliente, de Septiembre...recuerdo haber quedado con los chicos para despedirme de ellos -me iba a París de vacaciones- recuerdo haber encontrado algunas caras desconocidas esa tarde...te recuerdo a ti.
Los siguiente que se me viene a la mente es tu triste figurilla incontrolablemente móvil ,recitando poemas y tratando de sujetar una cerveza -eso que yo llamaba casting-
El msn no siempre ha jugado en nuestra contra; lo hizo a nuestro favor el día que me presionabas para empezar los ensayos, desconociéndome al principio, regalándome una ciber-flor al final.
¿Y el Vogart? No me considero una persona envidiosa, pero esa noche la envidia me cegó y me propuse quitarle a la deboradora tan jugosa presa de entre sus garras: tú.
Las cosquillas y caricias, el paseo por la ciudad que amanece bañada en amarillo, el tímido y casto beso...ellos hicieron el resto.
Recuerdo, recuerdo...una conversación llena de equívocos y capítulos inconclusos...un mensaje tempranero...una cita...y un par de confesiones: sorprendentemente me descubrías tus secretos; no tan sorprendentemente me entregabas tu corazón -desde ese día espero estar cuidándolo bien-
Un autobús con destino tus labios
Dos lugares eran mágicos: Ferrara, donde mezclábamos versos y éramos felices; nuestra pequeña burbuja teatral y etérea...y la playa, un lugar de celebración, de descubrimientos...
El resto de los recuerdos se funden y confunden en mi memoria...hay...flores amarillas...un tapón de corcho...y suena música, Noche en vela...
Tu poesía y mi teatro narraban nuestra historia...
Y los personajes iban cambiando: los locos se desvanecían en la niebla, los cuerdos se quedaban para siempre.
Los sueños, siempre nuestros, nos ponían a prueba, imponiendo entre nosotros los kilómetros, kilómetros que nos bebíamos con nuestro amor...
También recuerdo las penas, las dudas, el miedo...las cuestas hacia arriba y hacia abajo...la ligereza de un globo, pesado como un ancla...
Pero me quedo con esa reacción de mi cuerpo cuando aparece el tuyo...eres magnético, eléctrico, inevitable...
Me quedo con tu voz a un lado del teléfono, y mi sonrisa al otro.
Me quedo con tus dedos entre mi pelo, los míos sobre tus labios.
Me quedo contigo.
Porque eres la primera persona a la que puedo escribir estas cosas, sabiendo qué sentirás, sin miedo. Porque sólo contigo puedo ser yo.
¿Qué sería de mí sin ti? Seguramente me aburriría mucho.
Entiéndame quien pueda, tú me entiendes. Por eso te quiero.
Para Rafa, mi peque.

8 comentarios: