jueves, 14 de octubre de 2010
Ruge la tempestad
Ains, las peleítas de enamorados
¿Me estás escuchando?
Claro que no me estás escuchando
Pues a lo mejor lo hago
Pues conmigo no cuentes
Pues vale
Pues te cuelgo
¿Y cuántas más así?
Pero luego vienen los
¿me perdonas?
lo siento
te quiero
no quise gritarte
gracias por volver a llamar
Y todo parece arreglarse
En el amor hay grandes verdades:
- Las parejas discuten. Es así, es necesario. No me creo a la gente que dice que nunca pelea con el otro. ¿Por qué mentir? Es más, si no pelean, ¡pobres infelices! Se pierden el placer de la reconciliación y lo que es más importante, la oportunidad para mostrarse al otro sin tapujos, diciendo las cosas claras, sin pensar en el instante de después. Porque el instante de después llega, y se llama perdona, amor.
- No todos los días desde que amanece, apetece. Es que hay que ser patético para ir de gallito afirmando lo contrario. Hay días en que simplemente apetece quedarse en la camita acurrucado en el otro, buscando calor y recibiendo caricias. Ahí también hay felicidad y placer. ¿Por qué perderse esos momentos?
- Lo importante es saber mezclar. No hablo de alcohol y drogas. Hablo de mezclar el amor, para que no se vaya lo bueno al fondo y floten los defectos. Hay que aliñar las relaciones, darles la vuelta, cambiarles el forro. Que lo que hoy es una discusión mañana sea una carcajada.
- El amor es un pack. Y a mí me encantan los packs. Como esas tardes de domingo en la cola del ambigú de un cine: palomitas y refrescos para dos, 7 euros. Porque si uno es un nestea, la otra es un cubo de palomitas, o al revés. Ni todos dulces, ni todos salados. Y hay que aceptar que tu pareja tenga un sabor totalmente ácido siendo tú una chuche, y al contrario. Porque ya cambiarán las tornas, siempre lo hacen. Pero hay que quererse. Lo bueno y lo malo, junto.
Pues hasta aquí mis lecciones amorosas de hoy.
Quiero comentarios por doquier.
PEQE, ¿Ves la foto?
Pues recuérdalo siempre: Por mucho que ruja la tempestad -dentro o fuera de nosotros mismos- yo no pienso soltarte de la mano, como en la imagen, siempre me vas a tener ahí, pese a la tormenta y el oleaje. Te quiero.
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Cuánta sabiduría y sensatez envueltas en cariño y amor... Qué blog tan entrañable,tan tierno y tan amoroso. ¿Qué puedo decir?
ResponderEliminarTe amo. No sé qué haría sin ti. Lo eres todo en mi vida.
GRACIAS POR EL BLOG, MI AMOR
Que sí, que sí, que en muchas cosas tienes razón...
ResponderEliminar¿Y cuál será el secreto para ser felices para siempre, en parejita?
Cuando lo sepas, ponlo en el blog, Casandra ;)
¿El secreto?
ResponderEliminarLa paciencia, el respeto mutuo, los pequeños detalles, esforzarte por avivar la llama o sorprenderte cuando descubres que aún arde.