viernes, 3 de septiembre de 2010

Alice...


Quién pudiera verlas venir como tú, Alice...
Sostienes en tu mano un regalo que ya sabes que gustará, así cualquiera.
Siempre quise el don de la premonición, me sentiría más segura. Especialmente si es tan voluble como el tuyo. Sabes qué pasará, pero con la oportunidad para modificarlo.
Las visiones son subjetivas. El futuro siempre puede cambiar...
¿Tú crees, Edward?
Ojalá...
Ains, mi pequeña Oráculo de ojos dorados...
Si puedieses adivinarme el porvenir...
Pero, ¿y si tuviéramos ese don? ¿Sabríamos aprovecharlo?
Si el egoísmo es una constante aún arriesgando el porvenir, imaginaos lo que sería el ser humano sabiendo cómo manejar las situaciones...
¡Qué miedo!
Por eso, sólo los vampiros, que ya han muerto, tienen ese poder...

1 comentario:

  1. Me gusta mucho cómo viste Alice. Yo creo que, si tuviéramos ese don, lo utilizaríamos pensando sólo en nosotros mismos y otras personas podrían salir perjudicadas. Es mejor así. La emoción de la incertidumbre es uno de los alicientes más excitantes de la vida.

    TAM

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