ADIÓS

Última actualización -al menos, del verano- desde Algeciras.
La foto que veis es de la Plaza Alta, el único lugar bonito de este pueblo destartalado y raro.

Sorprendentemente tengo muuuuchas ganas de largarme. Siempre pensé que cuando llegase este día me sentiría morriñosa, penosienta, tristunsia. Pues NO.

¿Ganas de irme? Todas, o casi.
Ya me despedí de los más valioso de este rinconcillo del campo de Gibraltar: mis poñuelos -fiesta sorpresa inclusive-.

Ahora toca esperar a que las chicas -chicas, nunca cambiaréis- terminen de hacer las maletas y para casa.

No quiero hacer balance, porque hasta que no tenga un nuevo destino el pánico y temor de volver a caer cerquita de esta casilla me acobardan.

Me toca cerquita de casa, ¿no?
Aunque, si pudiera escoger, no me importaría mudarme a...Almería, con tal de que Rafa entrase a formar parte del cuerpo de profes andaluces, placita bajo el brazo.

Estas dos semanas serán de ensayos, exposiciones, pizarras y nervios. Pero ya se acerca el final del proceso. ¡PACIENCIA!



Adiós, Algeciras, adiós.