sábado, 4 de febrero de 2012
El país de las gominolas
De todos los cuentos de la infancia, el más inofensivo era, sin duda, aquel del flautista que se llevaba a los niños prometiéndoles dulces, helados, caramelos, al son de su musiquilla...el malo era el alcalde (que no pagó al flautista su labor de desratización)...las víctimas los padres...¿los padres? la víctima era aquel pobre niño cojito de la historia que no pudo alcanzar a los demás, aquel que no llegaría nunca al paraíso prometido, aquel que quedaría durante muchos años como el "único niño del pueblo"...tuvo que ser horrible para él, condenado a vivir en soledad en el mundo de los adultos...
Los demás...¿qué fue de los demás? ¿alcanzarían Chuchelandia? ¿o caerían por un barranco como las ratas de la historia?
¿Existe ese paraíso terrenal? ¿es posible alcanzar el "país de las gominolas"?
Dedico mi entrada de hoy a todos aquellos que seguís buscándolo, aquellos que aún soñamos con encontrar un lugar mejor o con regresar al ideal perdido...
Rafa, algún día encontrarás la estabilidad que todos necesitamos...y podrán leer poemas en clase...
María Jesús, en algún centro tus grandes dotes profesionales serán valoradas...
Juan Ca, llegará el día en que sólo hagas la maleta para coger aviones y los kms sólo serán un mal recuerdo del pasado...
Marga, intentaré volver...te lo prometo...
Hasta entonces, hagámoslo lo meor posible, mientras las hojas caen del calendario y los puntos de multiplican en nuestros baremos...
Metamos en el maletín del profe paciencia y cordialidad...
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Muchas gracias por tus ánimos, amor mío. Ha sido, esta última, una semana muy dura para mí.
ResponderEliminarTe quiero
Qué bonito, muchas gracias Laura! Un besazo enorme.
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