miércoles, 6 de abril de 2011

AGUA




Imaginaos una conversación entre dos amantes. Hace unos días tuvieron problemas y ella, la paciencia, le pide unos días más a él, el dolor.
Ambos son mis inquilinos, viven en mi cuerpo, y hasta que no se pongan de acuerdo seguiré oyendo cómo rompen platos contra mis paredes.


Mientras tanto, me desahogo...



Maldito seas,
pues llegaste para morder mi ser.
Maldito,
porque me has envenenado.
Me alejas de la verticalidad
sabiendo ya que yacer me ahoga.
Cada gota tuya roba
una lágrima mía.
Sólo el hielo te espanta,
alejando tu fuego hacia su guarida.
Pero encontraré el antídoto y desaparecerás como viniste:
entre aullidos.

1 comentario:

  1. Mi numequita es una gran poeta!!!

    Ánimo, mi amor, que ya queda menos para que se vaya el bicho. Juntos lo espantaremos y no volverá a molestarte más.

    Te quiero

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