viernes, 15 de abril de 2011
TREINTA, Rafa; CUATRO, Marx
Parece que el tiempo no pasa...pero pasa, muy deprisa, incontenible...
Otra vez estamos aquí, 16 de Abril, y ya van cuatro.
Cuatro cumpleaños que celebro contigo, mi Peque, cuatro...
Y parece que fue ayer (1ª parte)
Cuando te sorprendía en Formato con mi primer regalo para ti: Marx y Engels. Pues hoy la pequeña Marx cumple 4 añitos, !felicidades!
Parece que fue ayer cuando te llevé a Plaza de Armas con un falso pretexto cuando en realidad tu mejor amigo y yo habíamos planeado su visita sorpresa. O cuando, tras despedirlo, paseábamos por la c/ Betis y entramos en el Vogart a tomar algo, tranquilamente...allí te esperaban todos tus amigos...un par de tartas...y algunas piruletas.
Y parece que fue ayer (2ª parte)
¿Y ese fin de semana en Algeciras? No faltó nadie, ni el mismísimo Dante...los más ilustres personajes de la literatura saltaron de sus libros para honrarte y cantarte el cumpleaños feliz...¡qué divertido fue!
¿Recuerdas?
Te encerramos para que estudiases algún tema (eras opositor, pobre) y mientras armamos la fiestuqui...qué tiempos...
Y parece que fue ayer (3ª parte)
No olvidemos el escrutinio pretendido por una tribu salvaje e impedido por el republicano-poeta-con peluca, tu alter ego de la Toscana...
Tus libros preferidos se salvaron de la quema, menos mal...
Así pudimos recitar tus versos (y algunos prestados) en tu día especial.
Ahora cumples 30
Ya no quieres fiestas sorpresa, piñatas ni disfraces.
Eres un hombre hecho y derecho. Trabajador, independiente, con dos "hijos" (uno peludo y otra con caparazón)a su cargo, un señor de barba y bigote (bueno, eso ya lo eras antes)...
Respetaremos tu decisión.
Lo importante es compartir este día contigo. Desearte lo mejor y ver cómo se cumplen tus deseos.
Aún así, déjame regalarte un poema, ¿vale?
Y cuando te lo hayas comido, abre tu cuaderno azul. Contiene algunos versos que me han prestado, copiados de mi puño y letra.
Ahí va el primero...el resto, para nosotros queda...
FELICIDADES, mi amor.
CUMPLEAÑOS
Yo lo noto: cómo me voy volviendo
menos cierto, confuso,
disolviéndome en aire
cotidiano, burdo
jirón de mí, deshilachado
y roto por los puños.
Yo comprendo: he vivido
un año más, y eso es muy duro.
¡Mover el corazón todos los días
casi cien veces por minuto!
Para vivir un año es necesario
morirse muchas veces mucho.
Ángel González
martes, 12 de abril de 2011
MIS PIRAÑITAS
FOTO: MUSEO DEL MAR, A CORUÑA
Por fin el sábado pude ver a mis pirañitas 3D.
No esperábamos mucho de la peli, sin embargo, a mí me gustó. Lo más sorprendente es que a Rafa también. No conocía yo ese lado morboso y gore de mi Pitu chico, la verdad.
No me dio miedo.
Cuando vi "Pirañas" por primera vez, en la tele, en la infancia, sí me daban miedo. Ese ruido mecánico, esa sangre tintada, esos críos en sus flotadores...eran víctimas inocentes...
Ahora las pirañas parecen un cruce entre su ser prehistórico y las especies del nuevo milenio.
¿De qué trata la peli?
Adolescentes borrachos en un lago. Celebran la fiesta de la primavera en sus carísimos yates, haciendo gala del dinero de sus papás y de las tetas de sus cirujanos.
¡Merecen ser devorados!
O tal vez sea mi mentalidad de profe: aglomeración de adolescentes...¿guardia de recreo?...¡soltad a las pirañas!
¿Quienes merecen morir?
a) El joven que, ante la situación, se mete él solito en su lancha gritando "apartaos de mi camino" a todos los que aún siguen en el agua, pasando por encima de sus cabezas. Se veía venir: en plena marea humana la lancha se le estropea; las víctimas pirañiles intentan subir a la embarcación, pero son demasiados; vuelca; él cae al agua y es mordisqueado como los demás.
b) El director de cine-porno que azuza a sus actrices como si fuesen muñecas. Castigo divino: las pirañas le arrancan el pene.
c) El poli (negro) que arranca el motor de una lancha para usarlo como sierra eléctrica (¿hola? Who do you think you are? ¿Jason?) provocando la escena-lonja: cientos de trocitos de pescado que salen volando por doquier. Si un restaurador japonés hubiese pasado por allí y hubiese metido los pedazos en un cubo para su menú hubiese salvado la escena.
d) La chica que hace parapente en top-less. Todos queríamos que se comiesen sus tetas, pero las pirañas prefieren que siga volando (de cintura para arriba, nada más).
e) El buceador que se adentra en una gruta submarina para encender su linternita y descubrir miles de huevos de pirañas, despertándolas a todas en ese preciso instante. Es mi escena favorita.
¿Quienes merecen salvarse?
a) Sin duda, los niños. Si en una peli hay cientos de adolescentes y DOS niños es obvio que sobrevivirán. Si además su hermano mayor es el prota y su madre la sheriff del pueblucho, lo tienen chupao. Eso sí, se curraron su supervivencia a tope.
b) El hombrecito científico que descubre que sólo son crías de piraña y que sus progenitores siguen nadando por el lago.
c) El hombrecito de Tiburón.
¿Recordáis "Tiburón"? ¿La uno, la buena? La del jefe Brody...no el chulo del barco, sino el otro, el empollón de las gafas que se sabía todos los nombres de tiburones, el que se mete en la jaula...
Ese hombre sobrevive al gran tiburón blanco, reapareciendo en el agua cuando ni su madre se lo esperaba ya vivo...y ahora un remolino y unas cuantas pirañas lo descuartizan, ¡no es justo!
Como dice Rafa "ha sido una colaboración especial", porque el colegui dura dos minutos de película.
En fin, os dejo el trailer: http://www.youtube.com/watch?v=SkF5VMRJGek&feature=related
GRACIAS, PITU.
miércoles, 6 de abril de 2011
AGUA
Imaginaos una conversación entre dos amantes. Hace unos días tuvieron problemas y ella, la paciencia, le pide unos días más a él, el dolor.
Ambos son mis inquilinos, viven en mi cuerpo, y hasta que no se pongan de acuerdo seguiré oyendo cómo rompen platos contra mis paredes.
Mientras tanto, me desahogo...
Maldito seas,
pues llegaste para morder mi ser.
Maldito,
porque me has envenenado.
Me alejas de la verticalidad
sabiendo ya que yacer me ahoga.
Cada gota tuya roba
una lágrima mía.
Sólo el hielo te espanta,
alejando tu fuego hacia su guarida.
Pero encontraré el antídoto y desaparecerás como viniste:
entre aullidos.
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