
¿Qué os da miedo?
Yo lo tengo claro: tengo miedo a LA MUERTE.
Así, en mayúsculas.
Otras cosas me asustan: la enfermedad, la soledad, los cambios, conducir...
Hoy es un día de esos, de esos en que te lo planteas todo, todo lo cuestionas, y te sientes frágil, pequeño y perdido.
¿Por qué? No sé. No hay motivo aparente. Nada ha cambiado, o sí.
Tres cosas marcan este ¿qué día es hoy? Ni siquiera lo sé...el hecho de no haber oído a ninguno de mis alumnos preguntárselo a otro me despista...2, 2 de Octubre. Bien, tres cosas marcan mi 2 de Octubre:
La primera, una conversación con mi madre. Se plantea un cambio, lo necesita. Necesita dejar de trabajar en la planta de Oncología de un hospital infantil. Normal. ¿Y qué tengo yo que ver? No conozco a esos niños, no les pongo cara ni sé cuánto sufren. Pero ella lo sabe. Conoce sus nombres y edades, conoce sus gustos y a sus familias. Nos gusta contarnos nuestras historias. Yo le comento que mis nuevos alumnos levantan la mano para pedir permiso incluso para ir a la papelera. Hace unos meses, mis otros niños, mis pollitos, usaban la papelera como balón. Ella, en cambio, me cuenta cómo sostenerle una flor de papel en la cabeza a niños que no tienen pelo, la ilusión que les hace recibir a los Reyes Magos o hacer carreras por los pasillos sujetándose al palo ese donde se cuelga el suero. Pero hoy no me contaba anécdotas divertidas. Hoy me explicaba lo que se siente cuando ves pasar a la muerte por el pasillo donde trabajas. Pasar de largo, o no. Me contaba la historia de una familia que perdía a su único hijo de 5 años, que, casualmente, se llamaba como yo.
¡Vaya si te planteas y replanteas la vida después de oír esas historias!¿Qué hacer en estas circunstancias? Lo mejor es desconectar con una buena peli.
Esa es la segunda cosa de mi 2 de Octubre: una buena peli.
A Rafa y a mí nos encanta ir al cine una vez en semana. Comprar chuchesitas y sentarnos a aprender cosas nuevas. La semana pasada yo escogía peli; me dejé llevar por el boom y cometí el error de sentarnos a ver cómo Julia Roberts Come, reza, ama. Para ser sincera, lo más interesante es cuando come, así que imaginaos el resto. ¿Oscar? Buaj!!!
Esta semana escogía Rafa. Aunque yo quería ver la versión Scary de Crepúsculo -Híncame el diente- la propuesta de mi novio tampoco me desagradaba. Desde que vimos el trailer nos llamaba la atención. Un hombre, un ataúd y un teléfono móvil. Rafa se deja llevar por esa primera impresión que todo trailer deja en tu memoria. Yo soy más desconfiada, y bicheé su argumento. Resultaba ser una peli de ¿acción? Algo de un secuestro, una recompensa y 90 minutos para solucionar el conflicto. No tenía mala pinta, así que, al cine.
Desde este momento recomiendo a TODOS -excepto a mi claustrofóbica madre- ver la peli: BURIED (Enterrado)
Es indescriptible. Puede que la peli sea descriptible, pero no lo es lo que me ha hecho sentir. He llorado, he temblado, he sufrido, he pasado frío, he pasado miedo, angustia y vacío. Tranquilos, al salir de la sala nadie más parecía haberlo pasado mal. La sensiblona soy yo.
Irak; Paul Conroy, desde su ataúd, intenta contactar con su país. Tiene 90 minutos de oxígeno, un mechero y un teléfono móvil. Debe usarlo para sobrevivir, alternando las llamadas de su secuestrador con los intentos por contactar con la embajada norteamericana y su familia.
La tercera cosa -sí, lo sé, la segunda cosa os ha dejado intrigados; pues id al cine, ya os lo he dicho- bien, la tercera cosa es muy simple: un libro amarillo. Los que me conocen saben que pese a mi filoloquismo hispánico y mi tendencia a ganarme la vida enseñando literatura a otros, la lectura no es lo mío. Me cuesta leer. Soy sincera, no me apasiona. Soy una lectora vaga, de esas que leen poco y tumbadas.
Pero, si un libro me entra por el rabillo del ojo, es mío.
Este verano he batido mi propio récord: 6 libros. ¡6! -bueno, 5 enteros y dos empezados (uno abandonado, uno por terminar)- ¿lo dejamos en 6?
¿Cuáles? Pues hubo de todo: mitología, literatura juvenil, teatro, best seller...y mi vampírica saga.
Hoy he encontrado otro de mis libros de "te encontré por casualidad". La portada me cautiva: un muñequito como los que yo pinto (entiéndame quien pueda) sobre un fondo amarillo. La contraportada explica qué son "los amarillos". ¿El título? El mundo amarillo. ¿Subtítulo? Si crees en los sueños, ellos se crearán.
¿Promete, verdad?
Sólo he leído lo que me ha permitido el tiempo. El tiempo que transcurre hasta que tu novio te trae un refresco y la cena y te mira con cara de ¿hola? y el tiempo que transcurre desde que subes al bus aún estando demasiado cerca de casa como para terminarte un capítulo.
De momento, el libro te presenta a Albert, el autor. Que me da su mail, por si quiero comentar su obra y me explica cómo el cáncer le ha hecho feliz. Cómo ha aprendido a conocerse a sí mismo, a los demás y a crear su propio mundo, su mundo amarillo. Pero Albert, muy generoso, me promete que a lo largo del libro me enseñará a construir el mío propio, gracias a "mis amarillos", esas personas que no son ni amantes ni amigos, esa gente que se cruza en tu vida y que con una sola conversación puede llegar a cambiártela.
Así que os dejo. Me dispongo a leer, a encontrar a mis amarillos, para crear mi mundo y dejar de tener miedo.
Buenas noches.